DEF LEPPARD "Def Leppard" (EarMusic, 2015)
He
escuchado el disco de Def Leppard unas cuantas veces pero todavía no le
encuentro la parte negativa. Me lo he puesto esperando escuchar a Def Leppard y
eso ha sido lo que he escuchado. Digo esto porque he leído multitud de
comentarios sobre la presunta bazofia que han grabado estos clásicos de la NWoBHM (venidos a menos,
eso sí) y no recuerdo ningún comentario o reseña que ponga medianamente bien a
este disco. Que si “las canciones son un truño”, que si “están acabados”, que
si “nunca fueron gran cosa”, que “suenan a Queen”… en fin, todo tipo de
cariñosas (casi siempre) demostraciones de distanciamiento.
Pues
yo tengo que decir que a mí me ha gustado. No es que haya bajado mi nivel
personal de exigencia o que me esté haciendo mayor y prefiera cosas más light,
es que, simplemente, me he puesto el disco y me ha entrado bien. En la mayoría
de los temas me ha recordado a la época de “Adrenalize”, incluso a “Hysteria”
(si me hubieran recordado a alguno de los discos anteriores estaría hablando de
obra de arte, pero no es el caso). En otras ocasiones se dan un parecido a lo
que hicieron en “Slang” (esto no es un piropo, que quede claro) y también,
efectivamente, hay algún truño que otro incrustado entre una colección de
buenas canciones con sello propio.
Supongo
que eso es lo que querían, copiarse a sí mismos en su mejor época. Bueno, vale,
bien, se han copiado y les ha quedado decente. Incluso han llegado a probar con
fórmulas que hace años le dieron buenos resultados a otros grupos (sí, exacto,
“Another One Bites The Dust” de Queen por ejemplo en “Man Enough”). Las
lecturas que se pueden hacer de esto son varias pero hay una obvia: clavo
ardiendo para resurgir de las cenizas de lo que fueron.
Personalmente
no esperaba encontrarme demostraciones técnicas ni tampoco temas heavies al
estilo “High ´n´ Dry”, ni tan siquiera guitarras más presentes o más cañeras. De
hecho no esperaba encontrarme nada en particular, iba sin prejuicios, así es
que lo que sonó por los altavoces me pareció agradable en la primera escucha, y
en las siguientes, ya mucho más detenidas, confirmé que los temas están bien
hechos, la producción es perfectamente reconocible y que el producto final está
a la altura de un grupo como Def Leppard, todo esto independientemente de las
lecturas que se hagan, como he dicho antes, sobre el por qué este disco es como
es.
Vivian
Campbell nos dejó boquiabiertos en su momento con su trabajo en Sweet Savage y
con la banda de Dio, aunque él declarara después que le daba vergüenza
escucharse en aquellos discos. A mí particularmente me gustó mucho más en Shadow
King y en Riverdogs (su único disco es altamente recomendable, una auténtica
joya) y me defraudó con su LP en solitario haciendo blues, pero en Def Leppard
parece que se le hayan comido las manos. En este disco tampoco hay lugar para
lucimientos pero creo que él tampoco lo busca, así es que no se echa de menos
su buen gusto porque ya lleva años sin dar señales del mismo.
Joe
Elliott no tiene más remedio que cantar en tonos más bajos. Se nota en el aire
general de las canciones que, por otro lado, han sabido adaptar perfectamente
para sacar el rendimiento óptimo a sus cualidades actuales. Yo no lo veo un
problema si no lo comparo con lo anterior, pero sí es cierto que hay menos
“alegría” en la gestión de sus recursos vocales. En general el trabajo de todos
los músicos es muy bueno técnicamente. No se podría esperar otra cosa de gente
que lleva en esto tantos años aunque, como he dicho antes, sin alardes
malabarísticos porque no toca.
Cuando
se es capaz de parir discos históricos, hacer algo que no sobresalga sobre el
resto de sus contemporáneos puede que haya quien lo considere un fracaso,
incluso ellos mismos, pero es cierto que los de alrededor también mejoran y la
competencia es feroz. Cuando se decide gastar dinero en comprar un disco hay
que seleccionar muy bien, dada la situación económica y la exagerada oferta de
cosas buenas. Un seguidor de Def Leppard puede estar tranquilo si se gasta los
cuartos en este disco, el resto depende de lo que espere o quiera escuchar. En
esto le doy la razón a Joe Elliott cuando dijo que era “el mejor disco desde
Hysteria”. El resultado final es un acierto.
Alvar de Flack
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